Se trata de la eliminación del vello mediante energía lumínica (luz/láser). Durante el tratamiento esta energía es captada por la melanina (el pigmento natural del vello) y convertida en calor. Este calor quema la raíz del pelo para que éste no vuelva a salir.

El láser es muy selectivo y por ello no daña la salud, y al ser más avanzado que el láser tradicional, es capaz de obtener resultados excelentes con una gran variedad de tipos de piel y de vello, ya sean claros u oscuros.

Es un sistema de depilación cada vez más demandado, cuyos resultados al ser de tan larga duración pueden considerarse casi definitivos. El número de sesiones dependerá de cada paciente, por ello la importancia del diagnóstico inicial en él influyen factores como:

• El color y el grosor del pelo.
• El color de la piel.
• La parte del cuerpo a tratar.
• El sexo (hombre/mujer)
• El momento hormonal.

• Ante todo es imprescindible hacer un análisis completo de tu tipo de piel y vello para estimar los cuidados necesarios y el número de sesiones láser que se recomiendan.

• La esteticista preparará tu piel antes de comenzar con la sesión de láser.
• Se aplicará el tratamiento láser en la zona designada.
• La esteticista finalizará la sesión aplicando una crema calmante o un protector solar.

• Sugerimos una visita al centro unas 6 o 7 semanas después de la primera sesión láser para evaluar los resultados.

Se recomienda el uso de un cosmético específico en casa después de cada sesión para calmarla y entre sesiones para normalizar y restaurar el equilibrio de tu piel

• Durante los 2 días después de la sesión se debe evitar toda situación de calor como sauna, baño de vapor, ejercicio físico intenso, y perfumes con alcohol en la zona tratada.
• Durante las 2 siguientes semanas a la sesión, se debe evitar la exposición directa de la zona tratada al sol.
• Se recomienda la aplicación de una crema hidratante específica y protección solar.